Por lo general, cuando un paciente experimenta sangrado excesivo o coágulos de sangre, se usa una prueba de protrombina (PT) y una prueba de tiempo de tromboplastina parcial (PTT) para ayudar a diagnosticar las causas subyacentes del trastorno de sangrado o coagulación. Dependiendo de los diagnósticos, es posible que se requiera que un paciente comience el tratamiento con Coumadin y se le receten anticoagulantes que ayudan a diluir la sangre y previenen la reaparición de coágulos sanguíneos.

Coumadin es un tratamiento potente que diluye la sangre para evitar la formación de coágulos sanguíneos, lo que a su vez reduce el riesgo de afecciones como ataques cardíacos, coágulos pulmonares, coágulos en las piernas y otros trastornos de los coágulos sanguíneos. Sin embargo, los niveles altos de Coumadin pueden aumentar el riesgo de sangrado y, como tal, sus niveles deben controlarse constantemente.

Una vez que se ha recetado el tratamiento con Coumadin, se realizan regularmente pruebas de la Relación Normalizada Internacional (INR, por sus siglas en inglés) para permitirnos medir y controlar el equilibrio de los agentes de coagulación en su sangre.

Una prueba de INR usa un dispositivo simple para pinchar el dedo y extraer una pequeña muestra de sangre. La prueba es rápida y los resultados generalmente están disponibles en segundos. Dependiendo de los resultados, se pueden ajustar los medicamentos.

Nuestros especialistas en atención de Coumadin le brindarán el conocimiento que necesitará para manejar su condición en el día a día. Discutiremos no solo las dosis de los medicamentos, sino también los posibles cambios en el estilo de vida, como la dieta que también puede ser necesario ajustar, los efectos secundarios que debe tener en cuenta y qué hacer si está lesionado o enfermo.

También invitamos a sus familiares y cuidadores a unirse a la conversación para que ellos también puedan entenderlo y ayudarlo a medida que avanza en su programa de tratamiento y atención.