Reparación de lóbulo desgarrado
La mayor parte del pabellón auricular (parte externa) de la oreja consiste en piel sobre cartílago contorneado; músculos y ligamentos lo mantienen en su lugar. Sin embargo, el lóbulo de la oreja no contiene ningún cartílago, lo que lo hace susceptible a daños, especialmente si ha sido perforado. El uso de aretes pesados puede causar que el agujero en el lóbulo de la oreja, o el lóbulo mismo, se estire considerablemente, o que el lóbulo de la oreja se rompa o rompa. Un tirón forzado de un arete insertado también puede causar que el lóbulo de la oreja se rompa. Los desgarros se clasifican en parciales, completos o múltiples, y suelen ser reparados por cirujanos plásticos, dermatólogos y otorrinolaringólogos.
Para reparar un lóbulo desgarrado o estirado, primero se limpia el área con un antiséptico; Luego se inyecta anestesia local en el lóbulo de la oreja. Para reparar un desgarro o un agujero demasiado estirado, se corta parte de la piel alrededor del desgarro o el agujero; los márgenes ahora limpios del desgarro o el orificio se unen con suturas de disolución (en el tejido interno) y suturas regulares (en la superficie de la piel).
La reparación del lóbulo de la oreja generalmente no requiere analgésicos recetados; Los analgésicos de venta libre suelen ser suficientes. Después de la cirugía, el oído debe lavarse 3 veces al día durante una semana, y no se pueden usar piercings ni joyas para 2 a 6 meses. Las suturas de la piel, si se usan, se retiran de 1 a 2 semanas después de la cirugía. La mayoría de los pacientes regresan a sus actividades normales en menos de una semana.
Cada vez que se corta la piel en un procedimiento quirúrgico, existen ciertos riesgos, que incluyen los siguientes:
- Sangrado
- Infección
- Dolor
- Cicatrización
- Depresión o “muesca” en la piel
Antes de volver a perforar el lóbulo de la oreja, el paciente debe consultar con el cirujano que realizó la reparación. En algunos casos, el cirujano vuelve a perforar la oreja durante la reparación quirúrgica.