Historia

Las Hermanas de la Providencia han creído durante mucho tiempo que todo ser humano tiene derecho a una vivienda adecuada en un lugar donde se sostenga su dignidad y se fomente el crecimiento positivo. La primera tarea que abordó la fundadora de la comunidad, Emilie Gamelin, fue albergar a los ancianos y enfermos. En 1827 estableció una casa en la planta baja de una escuela parroquial porque le preocupaban las ancianas de Montreal. Reconociendo la necesidad de más espacio, vendió parte de su propiedad para comprar un refugio para cuidar a sus amigos mayores. La primera en llegar fue una mujer de 102 años. En todo Montreal, Emilie Gamelin se hizo conocida como la “Madre de los pobres” y la gente llamaba a sus refugios “Casas de la Providencia”. 

Proporcionar refugio en el oeste

Las Hermanas de la Providencia continuaron con esta tradición tan pronto como llegaron a Occidente. La Madre Joseph acababa de aterrizar en Vancouver, Washington, cuando un hombre de 85 años enfermo, con frío y sin hogar llegó a ella en busca de refugio. A pesar de que apenas había espacio en su escuela monástica abarrotada, la Madre Joseph le hizo un lugar. Este fue el comienzo del trabajo que condujo a hogares para huérfanos, así como para enfermos, ancianos y enfermos mentales. 

Por 1911, las Hermanas habían establecido Blanchet House en el antiguo Hospital St. Joseph en Vancouver, que sirvió como el primer hospicio en el área. Mount St. Vincent abrió en West Seattle, Washington en 1924, seguido por Ozanam Home en Tacoma, Washington en 1929 y St. Luke's Infirmary en 1945. Con la reconstrucción del Monte San Vicente en 1966, DePaul Apartments para personas mayores se convirtió en una parte integral del complejo de atención médica y vivienda de West Seattle.

Estas instituciones son expresiones visibles del compromiso de las Hermanas de proporcionar un ambiente de cuidado para los ancianos, los enfermos y los discapacitados. Este espíritu continúa hoy en día en el ministerio de Vivienda de Apoyo de Providence.

Desafíos que enfrentan las personas mayores hoy

Los estadounidenses con ingresos fijos enfrentan enormes costos de vivienda, alimentos, ropa, medicinas y transporte. Muchas personas mayores y adultos con discapacidades se ven obligados a elegir entre alimentos y calefacción, manteniendo sus hogares o sacrificando necesidades. Debido a que las Hermanas de la Providencia creen que una vivienda segura y asequible es el derecho de todo ser humano, establecieron Providence Supportive Housing en 1985. 

Al servicio de la población sin hogar del centro de Seattle, Providence Vincent House en Pike Place Market fue el primer programa de vivienda asequible permanente construido por las Hermanas de la Providencia. Más tarde ese año, Providence House abrió en Yakima, Washington.

Hoy tenemos 18 instalaciones de vivienda de apoyo en tres estados y servimos a más de 790 residentes que de otro modo no tendrían hogar o tendrían una vivienda marginal. Viviendas seguras y asequibles combinadas con un sentido de comunidad, coordinación de servicios y el cuidado y la atención del personal profesional aseguran que se preserve y celebre la independencia, la salud y la dignidad de los residentes.

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