Testimonios

kate n

Fecha de la cirugía: 2015
Pérdida de peso sostenida: 120 libras
Procedimiento bariátrico: Gastrectomía en manga vertical

yo estaba cerca de 300 libras cuando comencé el proceso y me operaron en 269 libras. En ningún momento nadie en St. Joseph Hospital me hizo sentir que tenía un problema por tener obesidad. Nunca me sentí avergonzado. Nunca me sentí como si fuera algo 'otro'. En el hospital y con los médicos, eso nunca fue un problema. Pasé cuatro décadas con personas que comentaban, avergonzaban a los gordos y discriminaban: las personas que luchan contra la obesidad están acostumbradas a ese tipo de comportamiento. El personal no pestañeó. No me sentí incómodo.

Los médicos dijeron: “La obesidad es una enfermedad. Hay algunos comportamientos que necesita cambiar, pero hay otras cosas que están fuera de su control. Vamos a poner todo eso en línea.

La gente piensa que la cirugía para bajar de peso es una bala mágica, pero en realidad es una herramienta. Y hay que prepararse para ello y perder 10% de su peso primero para demostrar que habla en serio. Durante el primer año, los resultados son aproximadamente 90% de su herramienta, y 10% tú. En el segundo año, la gente comienza a volverse complaciente y su herramienta es solo como 10% de ella. Los hábitos pueden volver. Me recuperé durante Covid de comer constantemente por estrés. Tienes que hacer mucho trabajo emocional, mirar lo que estás haciendo y romper los hábitos que tienes.

Nadie debería hacer esta cirugía sin la preparación, y tuve una amplia educación. Fue una gran experiencia, y todas las personas que conozco que pasaron por St. Joseph tuvieron experiencias similares. Parte de esto es el Dr. Hamamji. Es como el tío o el papá que no quieres decepcionar. No gritará, pero se cruzará de brazos y dirá: 'Necesitas comer menos carbohidratos'. El personal también lo ama, y el respeto que mostraron por él me tranquilizó. Pero además de eso está la atención hospitalaria. Puedes tener al mejor cirujano del mundo, pero recuperarte después es importante. El personal del hospital en la admisión, el preoperatorio y el postoperatorio fue realmente excelente. Tengo un sentido del humor peculiar y seco, y respondieron a eso y me encontraron donde estaba. Incluso a 4 a. m., todos eran como Zen y hablaban en voz baja. Fue muy relajante.

Todas mis experiencias con el personal del Hospital St. Joseph fueron fabulosas.